jueves, 3 de marzo de 2016

UNA DE MIS DIVAGACIONES

La excusa suele ser la mentirijilla para la elusión de compromisos no deseados.
Bien es verdad que la excusa sincera comporta el no acudir a eventos a los que gustaría asistir.
La mentira es la antítesis de la evidente verdad pero, a veces, tiene sus atenuantes o paliativos, porque favorecen a expresar la autenticidad de lo realidad de lo que sentimos en nuestro interior.
Ir siempre con la verdad por delante comportaría momentos nefastos que provocarían incidentes desagradable y es, entonces, donde surge la hipocresía.
Esa sonrisa forzada ante situaciones que nos desagradan. Te odio, luego, te amo.
Ni soy filósofo ni psicólogo pero recurriendo a lo ‘machadiano’ se hace camino al andar y éste ademán suele tener hijuelas antes de conducirnos al destino deseado.
Conclusión:
Esta breve palabrería no creo que no se haya planteado con anterioridad pero yo me dejo llevar por mis propias deducciones apoyadas en amplias lecturas que abonan mis conocimientos.

Tampoco voy a recurrir a dictámenes de la RAE ellos son los ‘dueños’ del lenguaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario