A VUELTAS CON EL FATÍDICO
11-M
Doce años han transcurrido
desde esa esotérica masacre y no solo siguen las dudas e incógnitas sino que
cada vez se embrollan más y, tristemente, todo continuará así. Parece que a
muchos les interesa esto.
Como soy tan ‘ignorante’
no acabo de comprender como no se desclasifican esos documentos que creo
existirán. ¿O tampoco?.
¿O todo está tan borrado
como los archivos del tal Bárcenas?
Será cuestión de ‘intereses
creados’ de los que ya escribió nuestro nobel Benavente.
Aunque me aparto de
telediarios, radios, prensa y otros tipos de comunicación es imposible evitar
enterarte de esos hechos que, quizás por comodidad, pretendería ignorar.
Ya digo que resulta quimérico
el no escuchar comentarios de vecinos, en la calle y sobre todo en el bar,
lugar siempre de tertulianos que opinan como eruditos aunque sean ignorantes de
cualquier asunto de los que hablen.
Por otra parte, en estos
días, los analistas y comentaristas, supongamos ‘éstos’ mal especializados,
cuentan, cuentan y vuelven a contar pero todo sigue cada vez más turbio.
Al parecer soy el único,
por lo menos que dice algo de ello, que recuerda haber visto un vídeo, retirado
inmediatamente, como otras tantas pruebas, en el que se veía subiendo escaleras
mecánicas a contracorriente y empujando al público que bajaba al andén con dos
teléfonos móviles en las manos y que se contó que era reconocido miembro de
ETA. Posiblemente esos dos móviles servían para activar algo que habrían ya
puesto en los trenes los ‘árabes terroristas’ que muy, posiblemente, fueran
guiados por esos miembros de la organización asesina vasca, esa que dijo luchar
contra Franco pero que los casi mil muertos que se llevó por delante fueron en
tiempos de esta insulsa democracia.
Esto fue un 11 de marzo.
¡Qué casualidad el día 14 había convocadas elecciones generales! Y nuestros
ruinosos socialistas no tuvieron el respeto por lo acontecido sino que encima
se sirvieron para ganar esas elecciones implicando a Aznar por su participación
junto a los EEUU, compromiso firmado e ineludible de la guerra de Irak donde no
murió ningún soldado español. El iluminado Zapatero triunfó con la
colaboración, presume ahora, del coletas, el tal Iglesias que dice que desde la
Universidad fueron los instigadores del ‘pásalo’ en contra del candidato de la
derecha.
Pues el ruinoso para el país
Rodríguez todavía tuvo una idea mejor con su pretendida ‘Alianza de las
Civilizaciones’ algo de lo que cada día
se distancias más esos terroristas árabes que amenazan al mundo entero.
Resumiendo, trenes,
rápidamente, desguazados, mochilas desaparecidas es decir cualquier rastro o
prueba que pudiera a inducir alguna aclaración. Hasta con una policía obligada
a callar en sus actuaciones para estas ocultaciones.
Jamás se conseguirá saber
lo tienen bien protegido y si algún día se supiera algo ya no quedaría ni
recuerdo de los casi 200 muertos, cerca de 2.000 heridos más unos miles de
allegados con secuelas de la tragedia.
En mi caso, mi hija
pequeña que iba a estudiar a la Universidad de Alcalá debía de estar en algunos
de esos trenes pero una huelga de profesores hizo que a esa hora durmiera
plácidamente en su cama mientras su madre y yo llorábamos de la emoción de
verla en tan calma paz.
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