Mi desidia, indolencia, pereza, etc
llamarlo con todos los sinónimos que se os vengan, me hace ser un ‘guadiana’,
un semáforo intermitente, las luces traseras de un coche cuando van a girar a
otra calle, usad todos los ejemplos que signifiquen inconstancia y en ese
espejo veréis mi efigie.
Pero hay algo de curioso, mis
inicios, allá por el 2005, y publicados en el blog de BLOGIA, muy obsoleto ya,
estaban escritos a mano. Bolis, plumas, lápices, rotuladores, solo me faltaban
pincelillos de acuarelas, iban a parar a esos cuadradillos de servilletas de
bares donde su único mensaje era ‘Gracia por su visita’, pues debo de tener
cientos de ellas sin pasar primero al Words y luego al blog. Claro, si escribía
sobre temas actuales, presentes en su momento, pues estos ya han prescrito,
están fuera de lugar, serían historias o comentarios retrospectivos,
regresivos, evocadores pero ya carentes de interés.
Bueno aparte de las llamadas ‘Mis
servilletas’ otros soportes me han
servido, blocs pequeños o tamaño cuartilla, papeles a mano y ya el colmo fue en
el hotel donde tengo, como mi segunda residencia, al borde del Mare Nostrum, en
la barra del bar de la piscina, con vistas a esa mar (como dirían los marineros
o pescadores o poetas) tiene como soporte de vasos unas tapas circulares de
cartulina blanca orlada de colores , a veces, verde, azul, naranja, etc que
también me sirvieron para deslizar la punta del artilugio del amanuense.
Es decir, con este preámbulo hago
un somero recordatorio de mis ‘artes y utensilios de escritura’.
En llegando al transvase de estos
manuales garabateos al tecnicismo de un teclado que los lleve a un words u otro
programa, es ahí donde llega el punto débil y eso que escribo con todos los
dedos de la mano y método ciego que aprendí con unos 14 años guiado por mi
hermana, 9 años mayor que yo y que ella recibió ese dominio de mi fallecido
padre, un total autodidacta. O sea como si fuera una herencia genética.
Pues a pesar de esas ‘habilidades’ requiero
de tiempo para sumergirme en el blanco fondo que se me ofrece para ‘grafitear
con letras’ y después hacer una cómoda copia y trasladar esa ‘carga’ a la
página del blog y buscar alguna imagen relacionada con lo plasmado como aporte
fotográfico alusivo.
Bueno si tuviera que inventariar
todo lo escrito, harto difícil porque mis papeles son como las aguas
turbulentas, navegan al pairo en el caótico desorden de los cajones de mis
muebles, se apilan sobre la mesa del escritorio, sobre estanterías confusas,
incluso, a veces, dejo algo por el suelo para el enojo de mi mujer, ella, todo
control pero siempre le digo que si irrumpe en mi desorden me desconcierta
porque mis manos, acostumbradas a esas debacles, se introducen en las
interioridades y casi a la primera surge lo buscado.
Si esos desastrosos montones se
ordenaran perdería mi fuerza escudriñadora al igual que Sansón perdió su
fortaleza al serle cortado el cabello por su idolatrada Dalila.
Pues insistiendo en que si hiciera
recuento, cientos tendrían que dormitar en la papelera porque entraron en
estado de obsolescencia perpetua, o sea, carentes de cualquier interés,
desvanecidos en la nave de mi olvido.
Una vez más, no prometeré ni
prometo que voy a hacer algún esfuerzo para asomarme a las ventanas, de mi blog
que parecen ojos de buey , en barco al pairo.
No esperéis demasiado de mí pero
tampoco me exijáis mucho, además, quizás os haga el favor de no incordiaros con
mis pensamientos un tanto quijotescos pero sin Sanchos que me secunden o me
traten de hacer entran en razón.




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